Es mucho más fácil rechazar a alguien vía email que en persona.
Si vendes un servicio, producto o idea a un cliente potencial, es menos probable que puedas persuadirlo si tus interacciones están teniendo lugar vía mail.
Podemos llevar esto a una nivel experiencial si tenemos en cuenta cuántos mensajes ignoramos o mandamos a la papelera en nuestro día a día, especialmente cuando el emisor es alguien a quien no conocemos personalmente.
De acuerdo con un estudio publicado en Harvard Business Review, es 34 veces más probable que las peticiones face-to-face generen una respuesta positiva si lo comparamos con los mails.
Ten en cuenta este dato cuando intentes convencer a alguien sobre un tema importante, sin importar si se encuentra a 10 pasos de tu mesa o si se encuentra a miles de kilómetros.